Kike Gómez, oriundo de Palencia (España), comenzó a resonar por su trabajo en Buenos Aires por sus pagos natales. Tanto es así, que, ni cortos ni perezosos, el
Diario Palentino se puso en contacto con él para entrevistarle.
Cada uno lucha con sus armas... Y las mías son el teatro
Kike Gómez se enganchó al teatro de niño, en el ‘Ortega’. Ahora desarrolla su carrera en Buenos Aires
por A. Acitores
Se marchó a Argentina «por un movimiento interno»
La crisis no fue la causa.
¿Dónde nació esa pasión?
En San Antolín iba con mi madre al Ortega a ver obras de Amparo Larrañaga e Iñaki Miramón. Luego, en la universidad, me especialicé en cine y trabajé en ello hasta que me ofrecieron llevar la producción de una obra de teatro y se cruzó en mi vida Leo Granulles, mi hermano argentino, que me introdujo en este mundo y me contagió su pasión. A partir de ahí me fui adentrando más.
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¿Es difícil el público argentino?
Buenos Aires es la capital del teatro tal y como yo lo entiendo. Es un teatro de personas, de gente que sabe lo que quiere contar y eso prevalece sobre todo lo que rodea a una puesta en escena. El día que pisé por primera vez un escenario en Buenos Aires tuve la sensación de que formaba parte de algo grande. Sentí que tenía voz. Subirse cada día a un escenario acá es un reto, porque la oferta es muy amplia.
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¿Cómo es su última obra?
[...] Está gustando porque trata con crudeza temas que suceden y que no nos atrevemos a abordar.
Poner en la piel de estos personajes una historia tan fuerte nos da la libertad de ver una realidad cercana en un ámbito más lejano. Nuestra intención es ir a España a finales de este año y llevar nuestra teatralidad argentina a teatros de allí.
¿Qué mensaje intenta transmitir sobre el escenario?
Siento el teatro como movilizador de sensaciones. Me aprovecho de él para quejarme, dar mi opinión. Cada uno lucha con sus armas y las mías son el teatro. Quiero aportar mi granito de arena a construir la sociedad dentro de los parámetros en los que creo y de mis ideales. Y el teatro me da esa oportunidad.
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